¿falla del alumno o del sistema?*

La eficiencia de un programa educativo es el logro de sus objetivos de enseñanza.

Cuando observamos que el estudiante que ingresa a un programa educativo tiene ante sí dos opciones: aprobar o desertar, estamos ante un serio problema que implica el desperdicio de recursos económicos y humanos que afectan sus niveles de eficiencia.

La deserción escolar se constituye así en el último eslabón en la cadena del fracaso escolar que deja entrever el hecho de que antes de desertar, el alumno hubo de enfrentarse a situaciones que lo llevaron a perder la esperanza y/o el interés en su proceso de formación profesional a pesar del esfuerzo realizado hasta el momento del abandono de sus estudios.

La prevención del abandono escolar es una función muy importante que debe considerarse en la implementación de cualquier proyecto educativo. Más acendrado es aún el compromiso cuando se trata de una institución formadora de docentes como lo es la Universidad Pedagógica Nacional, en cuyo seno debe abatirse la idea de que una educación de calidad es aquella en la que egresa el menor número posible de estudiantes.

Debemos asumir el hecho de que la deserción escolar es sí, multifactorial, pero que como comunidad universitaria debemos hacer lo propio.

Reflexión tomada de:

Deserción escolar ¿falla del alumno o del sistema?.—Celaya (México) : Instituto Pedagógico de Estudios de Posgrado. ISEPEG.SEG., 2002. 145 p.  Tesis para obtener el grado de :Maestría en Ciencias de la Educación.

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